Se trata de una mujer que, desde San Luis, viajó a Río Cuarto para acompañar los últimos días de su hija. Tiene certificado médico, pero no le permiten atravesar el límite interprovincial.
Un mes antes, viajó a la localidad cordobesa de Río Cuarto para acompañar a su hija Antonella, de 27 años, quien padecía una enfermedad. La joven falleció y ahora Marina quiere volver a San Luis para soportar su luto.
Para ello, se pagó un hisopado en cuyo análisis aparece que no tiene COVID-19. Sin embargo, a la docente no le permiten ingresar a territorio sanluiseño y ella lleva dos días al costado de la ruta, esperando una solución a la dificultad que se suma a su inmenso dolor.
«Es inhumano lo que están haciendo. Ella solamente quiere volver a su casa», denunció Graciela Carrara, hermana de la mujer varada en la ruta, quien por Canal 12 de Córdoba contó que ahora le exigen pagar un nuevo hisopado porque el que tiene «venció».